martes, marzo 31, 2009

Descripción de Naiman y Ciudad


Usaba el pelo de lado y como alguna gente, utilizaba la ruina para colorear el halo que cubría su cabeza.

Tenía los ojos saltones y si no era hermosa, poseía una cadencia peculiar y una lentitud atractiva. Naiman se rehusó a describirla para un glosario de bestias femeninas, Naiman, en realidad no se llamaba así, pero a diferencia del verdadero tenía una fama alada llena de colores y sin ninguna fatalidad.

La había conocido en un bosque, cerca de una ciudad, quizás en el medio de una, como esos insólitos y helados bosques en el medio de Europa. Y por haberla conocido ahí, había renunciado a volverla tangible, maleable o incluso iluminable en el papel.

Nadie entendía el horror que tuvo Naiman de convertirse en una celebridad por el modo sinuoso, brillantemente descrito, con que ella, la niña del bosque, lo había sabido retratar. “Yo quiero vivir en una ciudad que se caiga a pedazos… no por la guerra, ni por un desastre natural, sino porque todo ha quedado viejo y ya nadie quiere volver a vivir allí”.