sábado, mayo 13, 2006

La cosquilla ¿es un baile?


Nadie se empapa como tú en el cemento. Untas una caricia en el espejo y dices semidormida a la imagen que te cuenta novedades al oído y más atrás.
“No puedes entrar antes de la media noche”, contestas. “No me hagas cosquillas”, repites. Y el cuerpo se te zarandea, contorsiona, como si esquivaras la mano invisible de un extraño azulejo incrustado sobre la atmósfera. La grabadora esta puesta, se me ha olvidado apagarla. Cuanto agradezco vivir siempre en las nubes. El tramoyista se levanta y me susurra al oído, porque él no olvida lo mismo que yo. La bailarina y su amigo imaginario se preparan para bailar un cosquilleo. “Todos saben que esta loca, pero como baila tan bien…”. Me doy la vuelta y frunzo el ceño, que es lo mismo que decir shhh. Un dedo le ha llegado a la costilla, se ha echado a reír y se le ha corrido la pintura. El tramoyista se levanta como exasperado para buscar un algodón. Se que tengo uno en alguna parte. Y antes de hundir la mano siento la suavidad de la pequeña nubecita. Escucho gracias y digo de nada. Se me ha olvidado que estoy sola, digo sola, la bailarina y nuestra locura imaginaria tan gentil y cortes que no tiene miedo ni celos de bailar siempre en la oscuridad.

viernes, mayo 05, 2006

corredores


Me atormenta el apellido de la muerte...
media tarde, cepillos en el corredor
corriendo como chiquillos:
todos tenemos un secreto
incluso los cepillos,
incluso el corredor.